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“Descubre cómo preparar una pizza casera perfecta con esta receta fácil. Aprende a hacer una masa deliciosa y crujiente desde cero, y añade tus ingredientes favoritos para disfrutar de una pizza personalizada y sabrosa en casa. Ideal para una comida familiar o una noche de película.”
PIZZA CASERA
Plato: PizzasCocina: ItalianaDificultad: FácilPorciones
2
servingsTiempo de preparación
1
minutoTiempo de cocción
40
minutosIngredientes
Harina de trigo 160gr
Agua templada 100ml
Sal fina cucharadita 1
Aceite de oliva virgen extra cucharada 1
Levadura seca de panadería o fresca (un cuarto de paquete)
Tomate (Al gusto)
Pepperoni (Al gusto)
Albahaca (Al gusto)
Olivas Negras (Al gusto)
Queso Mozzarella
Instrucciones
- Preparar la levadura: Disuelve la levadura en agua templada.
- Mezclar los ingredientes: En un bol, mezcla harina y sal. Añade poco a poco el agua con levadura mientras amasas hasta obtener una masa homogénea.
- Amasar: Coloca la masa en la encimera enharinada. Amasa hasta que la masa sea elástica y no pegajosa. Si es necesario, añade más harina.
- Incorporar el aceite y reposar: Añade el aceite a la masa y amasa para integrarlo. Forma una bola, haz dos incisiones en la superficie, y deja reposar en un bol tapado con un paño húmedo a temperatura ambiente hasta que duplique su tamaño.
- Preparación de la Salsa: Tritura 6 tomates junto con hojas de albahaca.
- Con un rodillo haz la forma circular a la masa de pizza. Una vez hecha proporcionar la salsa de tomate y decorar al gusto con rodajas de Tomate, pepperoni, el queso mozzarella y la albahaca.
Notas
- Usa ingredientes de alta calidad: Para una pizza casera deliciosa, asegúrate de utilizar ingredientes frescos y de buena calidad. Opta por harina de fuerza para una masa más elástica y sabrosa, y elige un buen queso mozzarella y tomates maduros para la salsa. Los ingredientes frescos marcan una gran diferencia en el sabor final de la pizza.
- Deja reposar la masa adecuadamente: Es crucial permitir que la masa repose y fermente el tiempo suficiente. Esto no solo ayuda a que la masa suba correctamente, sino que también mejora su textura y sabor. Asegúrate de dejar la masa reposar en un lugar cálido y cubierto con un paño húmedo para evitar que se seque. Un buen reposo contribuye a una base más aireada y crujiente.